Los efectos de la crisis siguen ofreciendo muchas ventajas a quienes busquen comprar automóviles usados, de lujo y populares, a buen precio. Tras las subastas de coches oficiales llevadas a cabo por Hacienda para reducir la flota de la Administración, llegan las de coches embargados a empresas en situación concursal.
En sólo tres meses, el número de vehículos -también se encuentran motos y comerciales- embargados por la Seguridad Social se ha disparado, según Vozpópuli, un 50%, hasta las 552 unidades que a día de hoy están pendientes de ser subastadas. Los hay para todo tipo de necesidades, de todos los segmentos y gamas, y muchos se ofrecen con suculentos precios de salida poco habituales en el mercado de ocasión común.
De este modo, quien busque un coche pequeño con estilo puede acceder, por ejemplo, a un Mini Cooper Cabrio de 2007 desde 7.500 euros; alguien que necesite espacio y habitabilidad puede optar por pujar por un Opel Zafira del mismo año desde 5.700 euros; un autónomo que busque un comercial asequible dispone de gangas como un Ford Transit Connect desde 3.820 euros; un taxista puede acceder a un ‘ahorrador’ Toyota Prius desde 7.773 euros; e incluso, aquéllos que busquen un todoterreno de la más alta gama podrán pujar por un Audi Q7, conocido como ‘el coche de los futbolistas’, matriculado en 2007, desde apenas 15.000 euros (en el mercado de ocasión cuesta en torno al doble). Hasta para los moteros de raza hay oferta, como la de una Harley-Davidson de 2009 con un precio de salida que parte de 6.410 euros. Consulte el lote completo de coches embargados a subasta.
Uno de cada cinco vehículos embargados están en la Comunidad Valenciana
Aunque los embargos más sonados son estos días los de vivienda, las retenciones por impago también se están incrementando notablemente en España en lo que a vehículos y maquinaria industrial se refiere, a raíz de la crisis sufrida por las pequeñas y medianas empresas en los últimos cinco años.
Una dura realidad en la que resulta especialmente llamativa la situación de la Comunidad Valenciana, donde están matriculados 119 de esos 552 vehículos -es decir, uno de cada cinco- pendientes aún de ser subastados. Y dentro de este territorio, la peor parte va se la lleva la provincia de Alicante, con el 68,9% del total de esos 119 automóviles embargados. A la región levantina, le siguen en este apartado las comunidades de Andalucía y Madrid con 64 y 56 unidades a subasta, respectivamente.
¿Cómo participar en una subasta pública?
Según la información dedicada en la web de la Agencia Tributaria, los interesados en acudir a una subasta pública de este tipo podrán hacerlo bien presencialmente, acudiendo al lugar donde se lleve a cabo la licitación en la fecha y a la hora de celebración (todos esos datos se señalan en la ficha adjunta a cada vehículo), o bien a través de Internet, siempre que se disponga de un DNI electrónico o con certificado electrónico expedido por una autoridad competente.
En ambos casos, la persona deberá aportar un depósito por importe como mínimo del 20% del tipo de la subasta bien mediante un cheque a favor del Tesoro Público o bien por Internet, según las instrucciones que en la citada web se recogen. El certificado que se obtenga será indispensable para la posterior acreditación como licitador en la subasta. Una vez que el licitador resulte adjudicatario de un determinado lote (el precio concedido para hacer cada puja es de dos minutos), éste quedará obligado a «firmar el acta de la subasta y pagar el resto del precio de adjudicación en los quince días siguientes a dicha firma».
Fuente : eleconomista.es