El Gobierno celebra que la norma supere las enmiendas a la totalidad de la oposición, a pesar de que sus socios recalcan que no les «entusiasma»
Cinco horas de debate, cientos de enmiendas y muy poco consenso para una norma de tal calado. Tras meses de un camino parlamentario nada sencillo, la Ley de Memoria Democrática vio este miércoles la luz verde del Senado, donde fue sometida a votación por última vez. Ahora, el texto enfila la senda hacia su publicación definitiva en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Una ley que desde su paso previo por el Congreso ha generado recelo no sólo en la oposición -que denuncia que el Gobierno busca imponer una visión sesgada de la historia y abre heridas cerradas en torno al eje izquierda-derecha-, sino incluso en el propio bloque de socios parlamentarios del Ejecutivo, que exigen a Pedro Sánchez poner fin a la Ley de Amnistía de 1977. Tampoco agrada entre ex cargos políticos de la Transición, algunos de ellos socialistas, que critican que es un texto «infantilista» que «reabre heridas».
No obstante, la ley ya es una realidad gracias a los aliados de la coalición, que este miércoles le dieron finalmente respaldo aunque insistieron en que el texto no les genera «entusiasmo», como se dijo desde Compromís. La norma, de nuevo, fue criticada duramente por los grupos de la oposición. De hecho, la ley tuvo que superar este miércoles hasta cuatro enmiendas a la totalidad, presentadas por el Partido Popular, Vox, Ciudadanos y UPN. Todas decayeron.
«Me hubiera encantado que la derecha española soltara lastre. Es una ley perfectamente homologable», opinó el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que celebró que con la aprobación de esta norma se pueda «de una vez por todas saldar una deuda con millones de españoles», en referencia al compromiso que adquiere el Estado con los familiares de los desaparecidos durante la Guerra Civil o el franquismo.
Una medida con la que el PP dice estar comprometido, pero para la cual, dicen, no era necesaria la redacción de una ley «sectaria». Además, el principal partido de la oposición alerta del acercamiento del PSOE a EH Bildu para recabar los apoyos necesarios para la aprobación de la norma, tras la abstención de ERC: «El pacto con Bildu para aprobar esta ley es una expresión actualizada de quienes en esa época utilizaban la violencia terrorista como método sistemático de actuación». «No saben la infinita repugnancia que nos da ver hablar de dignidad de las víctimas en un texto apoyado por los proetarras», denunciaron desde Vox.
«REESCRIBE LA HISTORIA»
Un extremo que el Gobierno desmiente. «Permitir» a miles de personas «recuperar los restos de sus seres queridos no es de izquierdas ni de derechas», dijo Bolaños. Por este motivo acusó a la derecha de torpedear una norma que va en línea a los postulados europeos.
No obstante, la oposición clamó durante el pleno contra un texto cargado de clara intencionalidad ideológica que supone «una traición a los españoles», motivo por el que formaciones como el PP se opusieron a que Pedro Sánchez use «el BOE» para «reescribir la historia».
Fuentes de La Moncloa admitieron tras la aprobación en el Senado que «nuestra democracia es hoy mejor» porque «reconoce lo mejor de nuestra historia», en referencia a «la Transición, la Ley de Amnistía y nuestra Constitución». Palabras huecas para la oposición, que tachó durante el debate de «cainita» la nueva norma de Memoria Democrática, que suple a la Ley de Memoria Histórica aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2007.
VOX PROMETE DEROGARLA
«Han dinamitado el pacto constitucional del 78», denunció la senadora popular Amelia Salanueva. «El espíritu de concordia, de perdón y reconciliación que nos ha permitido disfrutar de más de 40 años de convivencia sólida y pacífica, de altos y progresivos niveles de bienestar».
«Constituye un ataque vil y miserable» a la historia reciente de nuestro país, opinan en Vox. Su senador José Manuel Marín Gascón advirtió que el partido comandado por Santiago Abascal «no parará hasta conseguir su absoluta, completa y total derogación».
En el caso de Ciudadanos, se reprochó que esta nueva ley «creará una desigualdad inaceptable entre las víctimas del franquismo y las víctimas de ETA», según lamentó Miguel Sánchez.
Fuente: elmundo.es